El restaurante del complejo tarraconense ofrece menús con calçots kilómetro 0 durante los meses de febrero y marzo

Con el inicio de la temporada de calçots, La Boella inaugura la época de calçotadas, el próximo 2 de febrero, en el jardín y la terraza de la finca, un entorno con 6.500m2 de jardines y más de 110 hectáreas de olivares. Uno de los productos destacados de la gastronomía catalana será el protagonista de los fines de semana en el restaurante, con un menú donde los calçots tendrán garantía de ser de proximidad, más concretamente de la provincia de Tarragona, en la zona del territorio donde este producto es más popular y donde se originó.

La propuesta culinaria para las calçotadas de La Boella lleva el característico sello de calidad del restaurante. Los calçots están hechos al fuego y se sirven con el tradicional romesco. De segundo plato, se ofrece un combinado de costillas de cordero, longaniza, butifarra negra y butifarra blanca de El Perol y panceta ibérica, conjuntamente con patatas de Prades, alcachofas del Prat y judías blancas salteadas. La carne que se incluye en el menú también se incluye dentro de los productos kilómetro 0.

El complejo tarraconense ha añadido un doble toque de originalidad en sus calçotadas y ha incluido unos aperitivos previos -olivas, queso, coca de recapte y pan tostado con tomate- a su propuesta, convirtiéndose en uno de los pocos restaurantes que ofrecen un pequeño aperitivo antes de pasar a los calçots.

Aun así, la sugerencia más ingeniosa de La Boella llega con los postres. En línea con su propuesta gastronómica de calidad, presenta una doble ración de dulces caseros únicos que tienen un distintivo toque de autor y que no se encontrarían en ninguna otra carta: dados de naranja con espuma de naranja sanguina y mousse de crema catalana con crujiente de caramelo.

Calçotada en un entorno único

Además de la propuesta gastronómica, en una calçotada fuera de casa también suma el entorno donde reunirse y pasar un rato agradable. La Boella reserva dos de sus espacios más privilegiados para disfrutar de calçots: los jardines y la terraza, dos ambientes singulares y que difícilmente se pueden imitar.

La terraza del restaurante está integrada en el propio jardín, que tiene una flora diversa y abundante, como magnolios, romero, lavanda o naranjos. La vegetación consigue crear un ambiente natural y de tranquilidad, un oasis natural que permite preservar la intimidad de cada grupo que haga una calçotada. En función de la cantidad de personas, el segundo plato y los postres se sirven en el interior del restaurante, el Gran Pabellón o las bodegas.

Descarga el menú de calçotadas aquí.

+ Info y reservas: (+34) 977 77 15 15